Ya venimos hablando de quién es el Creador 3.0 y cuáles son sus particularidades. Hemos descubierto que hay un nicho en donde éstos creadores se destacan: las microseries. ¿Cómo pueden estas series short form cambiar las dinámicas de producción de las grandes plataformas de streaming?
Una característica que identifica al Creador 3.0 es la inmediatez. El Creador 3.0 no va a dejar para mañana lo que puede producir hoy. Y eso es una gran ventaja en esta industria, ya que un creador ágil nos permite salir al mercado con MVPs — productos mínimos viables — y testear una idea o un concepto con usuarios reales.
En la industria del software, los MVP son un concepto fundamental. Las metodologías ágiles proponen salir rápidamente al mercado, probar la idea y pivotar con velocidad al recibir feedback de los usuarios. Un MVP no es un producto por la mitad, es el producto completo pero con las funcionalidades mínimas necesarias para que pueda ser usado por el usuario final. La industria audiovisual, en oposición, produce lento y no se adapta a la respuesta de la audiencia: si una serie no gusta, se cancela. Si funciona, eventualmente — y lentamente — vendrá una nueva temporada. Ya quedó atrás la época en que las series se filmaban casi al tiempo que se estrenaban, y si el público pedía un twist, una amante se convertía en una hermana separada al nacer en sólo un par de episodios.
El Creador 3.0 crea rápidamente, prueba, recibe feedback en redes sociales y sigue haciendo crecer su contenido. Es 3.0, no le gusta esperar.
Ante una industria dominada por las grandes plataformas de streaming, que necesitan constantemente conceptos ganadores para diferenciarse y cuyas billeteras comienzan a flaquear, la implementación de MVPs audiovisuales podría ser una herramienta efectiva para descubrir el próximo Stranger Things sin hacer inversiones millonarias en productos que no van a funcionar. Si miramos al mundo de las microseries vamos a encontrar modelos de producción muy dinámicos, estrategias que aportan gran valor de producción por poco capital, y creadores con una visión joven y fresca. Y con muchas ganas de contar una historia.
Imaginemos este escenario: un equipo de Creadores 3.0 — recordemos, siempre son equipos — tiene una idea y un concepto visual para desarrollar en formato de microserie. Pongámosele un nombre a esta serie, “Chica conoce Chica”. Consiguen un pequeño subsidio de unos €50,000 — que es la ayuda promedio que reciben estos proyectos— y parte del equipo cuenta con su propio equipamiento para poder rodar. Todos están dispuestos a trabajar grátis en pos de contar la historia. En pocas semanas tienen el contenido terminado y ahora están en busca de una plataforma. Claro, los ejecutivos de adquisiciones no tienen tiempo para sentarse a conversar con estos creadores y las ilusiones de que la serie esté en HBO Max se van por el desagüe… El Creador 3.0 no se desanima. Ya había pensado una estrategia 360 para mover su contenido y lo estrenan en YouTube, con una movida muy creativa en redes sociales. Luego de unas semanas tienen métricas — jugosas — para compartir con una plataforma de streaming. Ellos saben, por ejemplo, que el 93% de las usuarias de 18 a 25 que vieron el primer episodio, finalizaron la serie. Y que hubo muy buena respuesta de la comunidad LGBTQ+ en redes. Pero el ejecutivo que no los atendió la primera vez, no los atiende tampoco en esta oportunidad. Y “Chica conoce Chica” termina muriendo, ahogada en YouTube entre un mar de contenidos de poca calidad.
Aquí la industria tiene dos oportunidades gigantescas abriéndole la puerta a los Creadores 3.0, generar lazos. La primera oportunidad es adquirir estos contenidos, que ya fueron probados, y darles un lugar dentro de las plataformas. Si yo fuera Netflix y viera las métricas de “Chica conoce Chica” pensaría… “¡Aquí hay algo! Probemos esta serie y, si funciona cómo funcionó en YouTube, podemos pensar en hacer nuevas temporadas, con un presupuesto más elevado. Y salir rápidamente. Tal vez, incluso nos ayude a llegar a una audiencia a la que nos está costando llegar. Si funciona, me gano un ascenso. Y si no funciona, el riesgo fue pequeño. Mi cabeza no va a estar en juego por esta apuesta.” Y no nos olvidemos que son contenidos casi inéditos… Quizás aquí esté el próximo Original de la plataforma.
La segunda oportunidad es identificar a los creadores y participar activamente desde la previa a la producción. Si estos creadores contaran con un aporte adicional de las plataformas, podrían darle un plus de calidad a sus productos. Podrían contar con un cast más atractivo, mejores VFX e, incluso, cumplir con la loca utopía de cobrar todos por su trabajo. “Chica conoce Chica” estaría protagonizada por Anya Taylor-Joy y tendría muchas más oportunidades de brillar en una plataforma. El riesgo seguiría siendo mínimo y el potencial infinito. Las plataformas digitales tienen métricas desde la primera reproducción, saben si un producto funciona o no desde el primer día. Si funciona, se la destaca. Si se la destaca, llega a más usuarios. Y así se genera un éxito. Y si hay un éxito, el equipo de creadores estaría listo para crear una nueva temporada en tiempo récord.
Y aún si no funciona esta estrategia, si ningún contenido logra brillar — lo dudo — la plataforma ha comunicado su apoyo a los creadores jóvenes, y ha creado comunidad, uno de los valores que percibe con más fuerza el Consumidor 3.0.
La industria audiovisual todavía está bastante verde con respecto a la web3, pero tomemos el ejemplo del mundo del arte, y los artistas visuales que también son Creadores 3.0. Uno de los fundadores de Yuga Labs, la empresa detrás del caso de éxito más grande del mundo de los NFTs, los Bored Apes Yatch Club, respondió cuando le preguntaron cuál fue la receta del éxito “Hicimos las cosas mejor de lo que las estaban haciendo, lo hicimos rápido, tuvimos un propósito, armamos una buena comunidad… y tuvimos mucha suerte.”
Apoyando al Creador 3.0, apostando por las microseries y a los MVC — contenidos mínimos viables — , las plataformas pueden estar seguras que van a haber cumplido con todos estos requisitos cuando llegue el golpe de suerte.
Este artículo forma parte de una serie de pequeños post sobre el Creador 3.0. Aquí los links a toda la serie:
Creador 3.0: de la Web1 a la Web3
Creador 3.0: ¿Cómo nace una idea?
Es interesante el ejercicio de escribir de uno mismo en tercera persona, a veces nos da perspectiva de quiénes somos y qué hacemos. A ver cómo me sale.
Sobre el autor de este artículo
Adrián Garelik (yo), es entre otras cosas guionista de cine y TV, y durante 10 años estuvo detrás del mostrador de su videoclub. Pero también es entusiasta de la tecnología, y está involucrado en el universo Web3 desde antes que a alguien se le ocurriera llamarlo Web3. Fundador de varias empresas que conforman un ecosistema de Creadores 3.0, impulsó la plataforma de streaming Flixxo.com, el mercado de arte digital iberoamericano Carnaval.art, la plataforma de crowdfunding Bluebits.club, y es mentor de la hackathon audiovisual MediaHack.
